Rememorando al doctor Chapatín llegué lentamente a la escuela.
La maestra Perla me dijo "¡Ay miss! ¿pues qué andabas haciendo?" a lo que yo respondí "poniéndome un calcetín"...
A lo que un alumno respondió "de ahora en adelante voy a tener mucho miedo cuando me ponga un calcetín".
Al menos mis alumnitos saben tomar con filosofía el dolor ajeno.
Quiero pensar que todo fue resultado de otra crisis nerviosa por tanto trabajo, sin embargo el crudo trasfondo de esto es que en dos semanas llegaré a las 27: sin dinero, sin trabajo (ya voy a renuniciar), sin amor, sin ánimo, sin fiesta.
Pero con los achaques de alguien que cumpliera 50.
¡¡¡¡¡LONOOOOOOOOOOOOL!!!!
