martes, 24 de marzo de 2009

La mujer de arena (fragmento)

"...La arena nunca descansa. Silenciosa pero certeramente, invade y destruye la superficie del planeta (...) La aridez de la arena no se debe, como generalmente se piensa, a la simple sequedad, sino que parece producirse como consecuencia de un incesante movimiento que la convierte en inhóspita para todo ser viviente. ¡Qué diferencia con la monótona y pesada manera de vivir de los humanos, que exige estar constantemente aferrado a algo!
Es cierto que la arena no es apta para la vida. No obstante, ¿es acaso indispensable la condición inmóvil para la existencia? ¿No es porque uno trata de aferrarse a una determinada condición por lo que surge esa desagradable competencia entre los hombres? Si uno abandonara esa posición fija para dejarse arrastrar por el movimiento de la arena, con seguridad la competencia cesaría. En realidad, en los desiertos florecen las flores y viven insectos y otros animales. Estas criaturas fueron capaces de escapara de la competencia mediante su gran habilidad para adaptarse...
Mientras dibujaba en su mente el efecto del fluir de la arena, le ocurría a veces tener alucinaciones y pensaba que él mismo comenzaba a fluir..."


Kôbô Abe

2 comentarios:

Ana dijo...

yo no quiero aferrarme a determindad condicion! basta!

Ana dijo...

determinada